domingo, 1 de abril de 2012

La cripta de Namur

[28/07/11]

En un día triste y lluvioso nuestro deambular nos conduce, movidos por la curiosidad, a través de Bélgica hasta el cementerio de Namur, llamado de Belgrade, en Saint-Servais, y más concretamente a su cripta.

Entrada a la cripta de Namur.
Obsérvensen los tragaluces de la cripta en el suelo

Para acceder a ella, hay que solicitar un permiso al ayuntamiento de Namur, que nos lo expidió amablemente y sin ningún tipo de problemas. Incluso nos ofrecieron la posibilidad de hacernos una visita guiada, que rehusamos ya que no sabíamos cuándo nos dejaríamos caer por allí.

Al llegar allí, siguiendo las instrucciones del ayuntamiento, debíamos localizar al conserje del recinto y presentar el permiso para que nos abrieran el acceso a la cripta. Dicho y hecho. Un fornido conserje, poco hablador y un tanto sorprendido de la expectación que provocaba la cripta (según parece éramos el segundo grupo de españoles que solicitaban el acceso en poco tiempo), nos abrió el acceso a la cripta, situada en una edificación circular del cementerio.

Escaleras de acceso a la cripta

El piso superior de la edificación no contiene nada más que unas escaleras que bajan y un montacargas. La sorpresa se encuentra en el piso inferior.

Primera impresión de la cripta de Namur

Si os dais una vuelta por Internet veréis que la mayoría de fotos del lugar, que son siempre las mismas, están retocadas con cierto efectismo y mezcladas con las de la cripta de Laeken (no la cripta real sino la del cementerio). Al llegar abajo supimos el porqué.

 Una débil iluminación eléctrica recorre esta galería

El conserje nos acompañó abajo para encendernos la escasa luz eléctrica que hay en uno de los pasillos y, suponemos, para ver nuestra cara al contemplar el lugar. Ante nosotros se abrían dos galerías pobremente iluminadas, llenas de trastos por doquier y con un importante problema de humedad que ¡incluso había originado estalactitas y estalagmitas!.

El moho y la humedad se han apoderado de este espacio dejando ilegibles muchos de sus nombres


Parece ser que el origen del aparente estado de abandono del lugar se debe a un fallo en la planificación de la construcción, ya que se tomaron como modelo criptas de otros países sin tener en cuenta las lluvias frecuentes de Bélgica y las consecuentes filtraciones que éstas pueden provocar en el subsuelo, originando así los importantes problemas de humedad que han llevado al rápido deterioro del lugar.

Estado de las lápidas de la segunda galería

Por ponernos un poco en situación: En abril de 1862, el consejo comunal de Namur decide crear un nuevo cementerio en Saint-Servais que, cuando se queda pequeño, se amplía construyendo una cripta subterránea. Dicha cripta, en 1886, contenía un centenar de nichos y contaba con una única galería, que es la que tiene luz eléctrica.

Una silla solitaria para las escasas visitas...

.. hace compañía a un viejo taburete que ha visto días mejores

En 1899 se amplía el espacio alargando la galería en sentido contrario y poco después de abre otra galería perpendicular a éstas, iluminadas ambas con tragaluces que añaden unos cuatrocientos nichos más a los ya existentes.

Vista de la segunda galería. Al fondo la primera.

Vista de la tercera galería desde la entrada

La decadencia ha tomado el lugar

A pesar de su estado, apreciable en las fotografías, esta cripta nunca ha caído en desuso, aunque el último enterramiento data de 2001.

Estalagmitas y escombros se acumulan por unos suelos que no siempre son fáciles de ver en la segunda galería

La humedad ha formado calcificaciones en forma de estalactitas en los tragaluces

Un problema que presenta el mantenimiento del lugar es que los nichos son a perpetuidad, por lo que, a diferencia de lo que pasa en nuestro país, éstos no vuelven a manos municipales pasado el periodo de concesión. Es decir, el mantenimiento de dichas sepulturas está a cargo de las familias, que en algunos casos pueden haber desaparecido o haberse desentendido totalmente de ellas, tal y como se puede ver en los carteles de requerimiento que se encuentran en muchos de los nichos.

Un requerimiento para las familias propietarias.
¡Data de 1973! 

Estado de varias lápidas de la tercera galería
Obsérvese la calcificación en la segunda lápida

A pesar de ello, y dado el interés cultural que tiene el lugar, se está promoviendo un proyecto para clasificarlo como monumento histórico y añadirlo a los atractivos turísticos de la ciudad de Namur, para poder así hacerse cargo de su restauración y conservación.

Lápidas caídas y otros objetos menos reconocibles pueblan sus fríos suelos

Personalmente, la cripta tiene el atractivo de los lugares abandonados (a quien le gusten este tipo de sitios sabe de qué hablamos), pero no recomendaríamos en su actual estado el acceso hasta que no haya un saneamiento del lugar, que no dudamos le restará cierto encanto pero añadirá seguridad para los visitantes.


Naturalmente este cementerio tiene muchas otras cosas dignas de mención, aunque en esta entrada hemos querido centrarnos sólo en su cripta.

Horario del cementerio:
De 8 a 18h del 1 de marzo al 2 de noviembre incluido.
De 8 a 17h del 3 de noviembre hasta finales de febrero.